Los testimonios de afectados por el enjambre sísmico en el oriente de El Salvador

Las familias afectadas ven con desconsuelo la pérdida de sus viviendas y esperan reconstruirlas pronto.

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El principal problema de la zona es la falta de agua potable, ya que los temblores dañaron las dos bombas que llevan el agua hacia el cantón y donde estas están ubicadas hay derrumbes. Foto EDH/Salvador Melendez

Por Iliana Ávila/ Insy Mendoza

2018-05-07 10:46:15

Familias en San Miguel: “Hoy solo nos queda pedir ayuda”

Mario Enrique Ponce Mejía, de 26 años, está recién casado y espera su primer hijo. Su padre le permitió construir una pequeña casa de adobe en una área del terreno familiar donde también se encuentran otras tres viviendas que habitan sus hermanos con sus respectivas familias.

Tres de las cuatro casas colapsaron ante el enjambre sísmico que afecto un buen numero de vivienda en el caserío Puerto Viejo del cantón Tierra Blanca, Chirilagua.

“Con la ayuda de mi papi construimos la casa, él pega los adobes y yo le ayude a batir todo el lodo; luego conseguimos la madera para el techo, creo que invertimos más de 3 mil dólares en la construcción de la casa”, se lamenta al ver los muros en el suelo de la que fue su casa.

Él sostiene en su mano un oso de peluche que recogió entre lo escombros y dice que “esto me quedo para el niño que viene porque lo demás se perdió”. Su esposa tiene cuatro meses de embarazo.

“Hoy solo nos queda pedir ayuda porque lo perdido esta perdido, y esto lo hicimos con un gran sacrificio que no se imagina, cuesta porque solo nosotros y con la pobreza que hay…”, señaló.

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INFOGRAFÍA: Alerta por sismos en San Miguel y La Unión

En Intipucá y Chirilagua, la población durmió en las calles, patios o albergues debido a los constantes temblores. Las clases están suspendidas en los municipios afectados.

Al igual que sus hermanos, viven de la pesca en la laguna de Olomega, así como la agricultura y alguno que otro trabajo extra, es gracias a este esfuerzo que han logrado salir adelante.

Su madre, María Cecilia de Ponce, no pierde la sonrisa en su rostro aún cuando mira con desolación los muros de la que fue su vivienda tirado por los suelos, “viera cuanta gente venia y les gustaba la casita porque desde acá se puede ver bien bonita la laguna, hoy solo que da la resignación y ver cómo levantamos de nuevo esto”.

Afectado en La Unión: “Las paredes y el techo de mi casa están dañados”

José Simeón Castro es uno de los habitantes del cantón Coyolito, jurisdicción del departamento de La Unión, y uno de los que prácticamente ha perdido su vivienda por el enjambre sísmico que está afectado al municipio de Chirilagua, San Miguel; e Intipucá, La Unión.

Igual que otras familias, Castro dice con tristeza que “las paredes y el techo de la casa están dañados y no podemos quedarnos a dormir porque tenemos temor que la casa se derrumbe”.

Por el momento, este habitante del Coyolito no sabe qué será de su casa, si podrá repararla o recibirá ayuda para volverla a levantar.

Foto/ archivo

En ese cantón, cerca de 20 humildes viviendas resultaron afectadas por los movimientos telúricos que iniciaron el pasado sábado en ambos municipios.

Para palear sus necesidades, la municipalidad de La Unión les llevó el domingo por la noche colchonetas y dos tiendas de campañas para que durmieran en los espacios libres de algún árbol u otro tipo de infraestructura; además, atención médica.

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Hace 67 años el oriente del país sufrió un terremoto que dejó 400 muertos

En 1951 Los municipios del oriente del país quedaron destruidos debido a un terremoto ocurrido el 6 de mayo. 67 años más tarde en la misma fecha dicha zona vuelve a sufrir un enjambre sísmico que ha destruido más de 30 viviendas.

El alcalde Ezequiel Milla, dice que es lamentable que las autoridades departamentales de Protección Civil se limitan solo a pedir el informe de la situación a las municipalidades; pero no cuentan con los recursos como frazadas, colchonetas y otras herramientas que ayuden a los afectados.

Según Milla, la Gobernación Departamental debería de tener colchonetas listas, agua para distribuirlas a las alcaldías en casos de emergencias como la que están enfrentando en estos momentos.